- Tribunales La Justicia ordena a Juana Rivas entregar a su hijo pequeño al padre el próximo martes, en Granada, a las 10 de la mañana
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Con el reloj en contra y una fecha marcada en rojo en el calendario, el próximo martes 22 de julio, Juana Rivas ha hecho un enésimo, y desesperado, intento por evitar que, tal y como le ha ordenado un juez, ese día tenga que devolver a su hijo menor, Daniel, a su padre, Franceso Arcuri, con el que mantiene desde hace más de una década una guerra judicial plagada de denuncias de ida y vuelta y que tuvo su episodio más tenso en 2016, cuando secuestró a sus dos hijos y estuvo desaparecida durante un mes para no entregarlos a su ex pareja.
Después de que el Juzgado de Primera Instancia 3 de Granada le cerrara la última vía judicial para quedarse con el menor, Rivas o, más bien, su hijo, ha llamado a la puerta del Gobierno, del Ministerio de Juventud e Infancia, a cuya titular, Sira Rego, ha enviado el menor una carta en la que, según ha compartido la propia ministra en sus redes sociales, le cuenta algunos de los episodios de supuestos malos tratos que habría sufrido a manos de su padre.
Estos presuntos maltratos son, precisamente, el argumento que Rivas ha esgrimido, sin éxito, ante la Justicia para conservar a su lado a Daniel, que debía haber regresado con Arcuri hace meses, después de la visita a su madre por las vacaciones de Navidad, que fue posible gracias a un permiso especial del tribunal civil italiano que se ha encargado en estos años de las batallas legales entre Rivas y Arcuri.
El juez granadino confirmó lo que ya había resuelto la Corte de Apelación de Cagliari (Italia), que la custodia del menor le corresponde al padre y que debía volver con él, a pesar del proceso penal pendiente contra Arcuri, que el próximo septiembre se enfrenta a un juicio acusado de maltrato habitual a sus hijos.
Rego, tras recibir la misiva de Daniel, no ha dudado en interceder por Rivas y su hijo y ha pedido, a su vez, la intervención de la Fiscalía General del Estado. "Daniel, de 11 años, relata que ha sufrido episodios muy graves de violencia en Italia (...), actos habituales y recurrente. Teme por su integridad y rechaza rotundamente la resolución judicial que le obliga a regresar", le ha escrito la ministra de Juventud a la institución que dirige Álvaro García Ortiz.
Rego recuerda que existe una legislación nacional e internacional que garantizan los derechos de la infancia y el interés "superior" del menor. "Una legislación que dice que los niños tienen derecho a ser escuchados. Por eso desde el Ministerio de Juventud e Infancia vamos a seguir trabajando con determinación para proteger los derechos de Daniel. Escuchemos a Daniel", ha señalado en un vídeo subido a sus perfiles en internet.
En la misma línea, reclama a la Fiscalía "que ponga en marcha todas las herramientas a su alcance para que se respeten los derechos de Daniel", después de que el niño cuente en la misiva que ha sufrido episodios muy graves de violencia en Italia, actos habituales y recurrentes, explica la ministra, que advierte de que el menor teme por su integridad y rechaza rotundamente la resolución judicial que le obliga a regresar.
"Al leer su carta, he podido corroborar el temor que refleja Daniel a volver a Italia (...), cualquier medida que se adopte obviando la expresado, de forma reiterada, vulneraría el derecho de Daniel a ser escuchado", indica la responsable de Juventud e Infancia.
Se trata de una "carta durísima en la que me pide ayuda porque tiene miedo, porque se siente aterrorizado y no quiere volver a Italia", asevera la ministra, quien expresa su deseo de que tras la comunicación con la Fiscalía General del Estado se haga "todo lo posible para hacer cumplir los derechos de Daniel".
Si la intervención del Gobierno no lo impide, Rivas tendrá que entregar a Daniel el próximo martes entre las diez y las once de la mañana en la sede del Punto de Encuentro Familiar de Granada, tal y como establecía en su auto la juez Cristina Luis, que ordenó a la madre de Maracena que cumpliese lo dictado por los tribunales italianos y Danuel regrese a Carloforte, donde reside con su padre, "de inmediato".
La magistrada, además, recordaba el deber de los progenitores de "acatar las resoluciones judiciales" dictadas en Italia, "el país de residencia de la familia en su día y dirimir allí las controversias existentes en relación al hijo común". En este sentido, hacía hincapié en que dicha resolución del tribunal de Cagliari no es contraria al orden público "ni al superior interés del menor".
Este auto terminaba con las opciones de Rivas de conservar a su lado a su hijo pequeño, después de que lograse, en un primer momento, amparo judicial para no devolverlo con su padre. Daniel lleva desde diciembre pasado residiendo con su madre en la localidad granadina de Maracena y desde enero está escolarizado allí.